La violencia de género , tiene presencia por primera vez como término legal a partir de 1993. Haciendo referencia a toda acción de violencia entre parejas, que resulte en un daño sexual, psicológico o físico, igualmente amenazas o privativas de libertad. Simplemente por el hecho de considerar a la víctima en una condición inferior.

Algunos ejemplos de violencia de género son: agresiones por parte de exparejas, matrimonios sin consentimientos, violencia sexual, mutilación en los genitales, prostitución y trata de blancas.

A continuación en este post, indagaremos algunas de las afirmaciones más mencionadas sobre la VioGen, dando paso al análisis sobre la realidad o falsedad de estás:

  1. El hombre maltratador por lo general sufre de algún desorden mental.

Es un mito muy común en la sociedad, señalar que generalmente el abusador presenta algún tipo de desorden, abuso en su infancia o consumo de sustancias como alcohol o drogas. Sin embargo, esto no siempre es así, ni mucho menos es un condicionante para que el maltratador haga daño a sus víctimas.

Lo que si es cierto, es que TODOS los abusadores consideran a su victimario como un ser inferior y por ello recurren a la violencia para someterlos. Prueba de ello, es que si tú consideras a tu compañero como un igual o intuyes que también puede lastimarte por más discusiones que existan o diferencias nunca te ocasionará ningún maltrato.

  1. La violencia de género no afecta psicológicamente la vida de las mujeres que lo sufren.

Sin distinguir a ningún sexo, la realidad es que la violencia de género siempre va a afectar significativamente la vida de la víctima, sea hombre o mujer. Puede causar graves consecuencias como depresión, miedo, angustia, baja autoestima y daños físicos que pueden derivar en algunas consecuencias mayores logrando incluso dañar la salud de la víctima.

  1. La violencia de género solo le sucede algunos tipos de mujeres.

No, totalmente falso. La violencia puede ocurrirle a cualquier persona, sin importar su género. Puede ocurrirle a la persona más inteligente o la más ignorante, la realidad es que no hay ningún tipo de patrón para que esto ocurra, no existe ningún tipo de fallo en la persona que lo padece.

Realmente, el problema proviene del agresor y de una sociedad que impulsa estos daños, no de la persona que recibe la agresión.

  1. Si la mujer no abandona su agresor, es porque le gusta lo que sucede.

No siempre es el caso, ¿por qué a quién le gustaría que lo maltraten? Muchas veces no es una cuestión de gustos o de ser una persona masoquista.  En la mayoría de los casos las víctimas soportan los maltratos por patrones impuestos en la sociedad, como:

«Si dejas tu matrimonio serás una fracasada, si no tienes hijos no estás realizada, si eres hombre y te maltratan ¿Qué clase de hombre eres, te dejas pegar por tu mujer? vivirás sola el resto de tu vida si abandonas tu hogar, así te maltraten deberías aguantar, o finalmente naciste para cocinar, lavar y atender a tu esposo, si él te pega es porque te lo mereces».

Entonces muchas veces las víctimas por miedo a ser señaladas por la sociedad prefieren aguantar lo que no se debería y vivir verdaderos infiernos, antes de abandonar a su agresor y poner fin a la violencia de género.

  1. Las mujeres son las víctimas y los hombres unos demonios.

Desde hace muchos años las mujeres son mostradas por algunos movimientos feministas como seres frágiles y siempre víctimas de hombres machistas y fuertes que son los responsables de las agresiones.

Sin embargo, esto no es así, muchas mujeres son fuertes, capaces de trabajar y de cuidar su hogar, así como muchos hombres son amorosos y cooperadores en el trabajo y en las tareas domésticas.

Por lo que no se debe generalizar, ni crear ideas en la sociedad sobre patrones inequívocos que den respuesta a comportamientos violentos.

  1. Las mujeres deben ser reprimidas y colocadas en su sitio.

A lo largo del tiempo siempre se ha enseñado a los hombres sobre su diferencia con las mujeres o sobre el machismo, indicando que deben controlar cualquier situación y que además deben hacerse cargo de las mujeres, incluso usando su fuerza para en muchas ocasiones hacer daño, si no se obtiene lo que se espera de las mismas.

¿Pero esto es normal? Por supuesto que no, lo normal es desarrollar seres independientes que pueden tomar sus propias decisiones y que se encuentran en igualdad de condiciones. Sin dañar o tratar de reprimir a ninguno.

  1. La violencia ocurre porque los hombres temen el empoderamiento de las mujeres.

La violencia de género aumenta a medida que las mujeres quieren ser más independientes y autónomas. Totalmente falso, lo que sí tiene un poco de cierto es que a medida que movimientos feministas denigran y generan violencia sobre los hombres, existe una gran probabilidad de que la violencia hacia las mujeres aumente.

Cómo una medida de defensa o respuesta de su miedo a la pérdida de sus trabajos, privilegios, o identidad como hombres.

  1. Los hombres no sufren violencia de género.

Totalmente falso, la violencia puede tener muchas variantes y puede afectar a hombres y mujeres por igual. Ocasionando daños físicos o psicológicos. Igualmente puede darse cuenta de hombre a hombre, o de mujer hacía hombre.

Cómo hemos visto a lo largo del artículo, existen muchos mitos relacionados con la violencia de género, sin embargo lo importante es tomar conciencia y erradicar diariamente toda acción de violencia o malos tratos. Tomando tolerancia sobre las diferencias que todos poseen y sobre la igualdad real, se construirá una sociedad mejor cada día.

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